Tras el pasar de los años
nuestro cuerpo va reflejando algunos signos y síntomas que nos hacen sentir ya
el avance de nuestra edad. Es así como entre las enfermedades más comunes se
encuentran las relacionadas a la afectación del sistema osteomuscular, tales
como la artritis, túnel carpiano, osteoporosis, artrosis, y muchas otras.
En esta oportunidad la
información va dirigida a aquellas personas diagnosticadas con artrosis
articular y para la población en general que desea estar al tanto de dicha
patología. Para comenzar, es importante saber qué es la artrosis articular, siendo definida entonces
como una patología de carácter degenerativo en la que los huesos se ven
afectados y comienza por la destrucción o pérdida gradual del cartílago
articular, no solo afectando a la superficie articular cartilaginosa sino
también a todo lo que comprende el complejo articular (ligamentos, meniscos,
tendones, etc.) siendo más común que se presente en las rodillas y cadera, al
igual que pueda presentarse en las articulaciones de las manos.
Para seguir comprendiendo
dicha enfermedad, el principal afectado (el cartílago articular) tiene como
función amortiguar la fuerza en los extremos de los huesos en los movimiento
que hacemos a diario como caminar, sentarnos, saltar, correr, etc. Por ende, es
el material que evita el rozamiento de los huesos, permitiendo así el
desplazamiento normal de las estructuras óseas entre sí y disminuyendo a su vez
el desgaste de cualquier articulación.
De allí que el cartílago se
vea afectado y degenerado con bastante frecuencia, aumentando entonces la
fricción de los extremos de los huesos, también aumenta la fuerza de rozamiento
y la degeneración comienza por las distintas estructuras articulares. Una de las
características más frecuentes en muchos de los casos es el desprendimiento de
pequeños trozos del cartílago, aumentando el roce, la fricción y en
consecuencia degenerando los meniscos y demás componentes peri-articulares.
Entre otro de los puntos
relevantes de la enfermedad se encuentran las causas que la originan, pues son
ya que son multifactoriales a su vez pueden vincularse entre sí para
predisponer a la población a sufrir de esta y muchas otras enfermedades de tipo
degenerativo. El ciclo comienza por el sedentarismo, seguido de sobrepeso,
falta de fuerza y de tono muscular, falta de elasticidad, desequilibrio en la
mecánica funcional y desequilibrio metabólico, teniendo como posible resultado
al final la predisposición a la artrosis muscular.
Para detallar un poco las
razones de que se conviertan en causas de la patología, esta por ejemplo, el
hecho de que la obesidad o el sobrepeso pueda ser altamente nocivo, pues eso
repercute en el impacto que se tiene al amortiguar el efecto especialmente en
las rodillas o la cadera. Otras características lamentablemente no
modificables, también se ven involucradas en la predisposición, tales como la
edad y el sexo. La edad, porque como en muchas otras enfermedades, mientras más
avanzada sea, más riesgos se corren. Y en cuanto al sexo, la regla indica que
las mujeres tanto por factores genéticos y hormonales tienden a sufrir más de
artrosis muscular, así que ten mucho cuidado al respecto.