El
VIH es un virus del cual muchos han escuchado hablar, bien sea por algún medio
de comunicación, o en conversaciones con familiares y amigos, sin embargo a
pesar de ser un tema del cual muchos han escuchado son pocos los que apartan la
discriminación y es estigma sobre este.
El
VIH es una infección viral que afecta las células del sistema inmune, tales
como los linfocitos, siendo estos importantes para preservar la defensa de
nuestro organismo. Cabe destacar que mayormente este virus permanece latente o
“dormido” en el transcurso de años y tras un periodo incierto o indeterminado
se activa, comienza a destruir los linfocitos y va debilitando progresivamente
al sistema inmune, lo que trae como consecuencia no poder combatir infecciones
causadas por parásitos, virus, hongos o bacterias.
Existen
muchos mitos acerca de lo que favorece su transmisión, y es a través de 3 vías
por las que realmente se puede adquirir VIH:
·
Transmisión sexual: Sea en
parejas heterosexuales u homosexuales, el virus pasa por medio de las lesiones
o heridas microscópicas presentes en mucosas.
·
Sanguíneas: A través del
intercambio de jeringas o transfusiones sanguíneas no controladas.
·
Transmisión perinatal:
Debido a que la madre sea portadora de VIH y transmita el virus en el parto o
la lactancia.
De
acuerdo con esto, puedes correr el riesgo de infectarte o transmitir la
infección si:
- Intercambias
afeitadoras, corta uñas, cepillo de dientes o agujas.
- Tienes
relaciones sexuales sin usar preservativo.
- Eres
madres VIH + y corres el riesgo de infectar al bebé.
- Recibes
transfusiones de sangre o derivados que no sean controladas.
- Durante
sesiones de tatuaje corporal, las agujas pueden no estar debidamente
esterilizadas.
- Las
personas infectadas no están recibiendo tratamiento.