
Desde
hace un tiempo en Venezuela se han prohibido los biopolímeros, los cuales son
materiales no biodegradables y sustancias afines que han llegado a causar un
grave aumento en la morbi-mortalidad.
Dentro
de los compuestos catalogados como biopolímeros se encuentran sustancias de
diferentes orígenes, tales como la vaselina que es derivado del petróleo y
muchos otros derivados sintéticos. Estos últimos suelen ser de hecho los más
utilizados, los derivados de silicona específicamente.
Lo
que se infiltra por un supuesto médico o esteticista en la zona a tratar o
querer “mejorar”, es aceite de bebé o hasta aceite industrial. La mayoría de
estos productos son ofrecidos como productos fabricados en Alemania o Francia,
bajo el nombre de polivinilmetacrilato o polimetilsiloxano, que no es más que
silicona líquida. Sin embargo, al hacer las averiguaciones correspondientes no
se encontraron datos de que estos productos sean totalmente garantizados por la
Comunidad Europea.
Entre
los efectos secundarios tras su infiltración se encuentran las alergias,
infecciones, fibrosis, cambios en la textura de la piel, migración del
producto, lesiones en la piel, deformidades, granulomas y edema. Así que solo
tú eres quien decides si por un arreglito estético te enfrentas a una situación
indeseable.