Para
cualquier embarazada puede que al escuchar nombrar la amniocentesis le venga a
su mente una cantidad de dudas, las cuales necesita tener bien aclaradas para
no generar alarma. En primer lugar es oportuno aclarar su significado, amnios:
membranas fetales y centesis: punción.
Esta
consiste en la punción de la cavidad amniótica (es allí donde se encuentra el
embrión o el feto en el útero) a través
de la pared abdominal materna, esto con el objetivo principal de obtener una
muestra del líquido amniótico que rodea al feto. Este método al ser
llevado a cabo por un especialista resulta seguro y sencillo, para su
realización es necesaria una aguja especial, similar a la utilizada para la
punción lumbar donde se extrae LCR.
Deben
tomarse todas las medidas necesarias para que se desarrolle con las normas de
asepsia y antisepsia correspondientes. La cantidad extraída debe ser de 1cc por
cada semana de embarazo y el mayor cuidado que se debe tener es de no punzar ni
al feto y el cordón umbilical. Este examen se realiza en las primeras 18
semanas de embarazo, con finalidad mayormente de obtener un diagnóstico de
síndrome de Down y otras alteraciones cromosómicas, sin embargo pueden existir
otras causas que ameriten la realización de una amniocentesis.